En las palabras de Michelangelo: ‘No hay daño más grande como el del tiempo perdido’
Y como tributo al gran maestro hemos creado este recorrido a medida para que no te pierdas la oportunidad en tu visita a Florencia de pasar un buen momento frente a una de las creaciones humanas más impresionantes: la estatua de David.
En 1563, el gran mecenas de las artes Cosimo I de’ Medici, Gran Duque de Toscana, tuvo la idea de juntar la ‘Compañía’ de artistas profesionales a la ‘Academia’ y crear una escuela para los renombrados artistas de la época. Así nació la ‘Accademia e Compagnia delle Arti del Disegno’. 200 años más tarde, el siguiente Gran Duque Pietro Leopoldo esgrimió los mismos recursos para consolidar lo que sería la fusión de todas las escuelas en una institución única, la ‘Accademia di Belle Arti’. Hoy en día, sigue siendo algo inolvidable como lo fue en en su comienzo.
Por supuesto la estrella es David, quien, junto con la Bistecca Fiorentina y la marroquinería refinada, es hijo natural de Florencia. Aún así, él está rodeado de un reparto cautivador de arte renacentista de los siglos XV y XVI.
Nuestro amable equipo de historiadores del arte te guiará por la antigua Sala del Coloso, donde encontrarás los trabajos de Botticelli, Paolo Uccello, Domenico Ghirlandaio y Perugino, quienes adornaron las iglesias de Florencia entre los siglos XV y XVI.
Vive la Sala de los Prisioneros donde encontrarás desnudos inacabados de una hermosura inolvidable hechos por Michelangelo, conocidos también como ‘Prisioneros’, ‘Esclavos’ o ‘Presos’ antes de entrar a la espectacular Tribuna de David, sede de las imponentes esculturas originales y otras maravillas del siglo XVI.
Una sección de la Academia que destaca es la peculiar y agradable Sala de los instrumentos musicales, una colección de unos 50 instrumentos que pertenecían al Conservatorio Luigi Cherubini procedente de la colección Gran Ducal.
Si saltarse este recorrido no es una pérdida de tiempo, seguro será una oportunidad desaprovechada.